Terroir e influencia costera: la base de un Albariño único
A menos de 30 kilómetros del océano, los viñedos de Garzón y Juanicó tienen suelos con drenaje intenso: granito descompuesto en Garzón, arcilla y caliza en Juanicó.
Esta dualidad nos permite explorar diferentes expresiones de la uva Albariño. La proximidad al mar reduce las temperaturas nocturnas durante la maduración, prolongando el ciclo vegetativo y preservando la acidez natural.
Las cosechas se realizan por etapas: las primeras cosechas resaltan notas cítricas y florales; Las cosechas tardías revelan frutas como el melón y el melocotón, creando complejidad en el corte final.
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Proceso de elaboración del vino: Precisión en la conservación de la acidez
Tras una vendimia selectiva, la uva sufre un prensado suave y una maceración controlada, adaptada a la carga aromática de cada parcela.
La fermentación alcohólica se realiza en depósitos de acero inoxidable, manteniendo la pureza varietal. La diferencia radica en el contacto prolongado con las levaduras: 4 meses sobre lías, con bâtonnage periódico.
Este método estabiliza la estructura, agrega textura cremosa y protege los aromas primarios, asegurando que la acidez salina, un sello distintivo de este vino, permanezca vibrante incluso después del embotellado.
Perfil sensorial: Mineralidad y complejidad equilibradas
En copa, el Alvarinho Reserva de Familia Deicas presenta un color amarillo pajizo con reflejos verdosos.
En nariz se perciben notas cítricas (limón siciliano, pomelo), matices de melón y melocotón blanco, seguidas de sutiles notas florales (acacia) y un rastro mineral que remite a la humedad rocosa.
En boca, el ataque es fresco, con una acidez lineal y bien integrada. El cuerpo medio gana volumen gracias al trabajo sobre lías, mientras que el final salino y prolongado refuerza la identidad costera. El contenido de alcohol del 13% mantiene la armonía.
En cierto modo nos recuerda a otro favorito de Braaay, el Garzón Albariño Reserva, uno de los vinos blancos con mejor relación calidad-precio.
Potencial de almacenamiento y versatilidad en la mesa
Aunque accesible en su juventud, este vino tiene la estructura para evolucionar hasta 3 años, desarrollando aromas terciarios como miel de flores y matices de levadura tostada. Maridado con vino, su acidez salina lo hace ideal para platos con grasas y yodismo: pruébalo con ceviche de lubina, gratinado de ostras o risotto de puerros y vieiras.
La temperatura ideal de servicio (8°C a 10°C) conserva su vivacidad sin enmascarar su complejidad.
¿Por qué este Albariño representa al Uruguay moderno?
Bajo el liderazgo del enólogo Santiago Deicas, la línea Atlántico Sur redefine la identidad de los vinos uruguayos.
No se trata sólo de la “influencia oceánica”, sino de cómo la técnica transforma esta geografía en líquido. Cada paso, desde la selección de clones hasta la gestión de las lías, está calculado para mantener la frescura sin sacrificar la profundidad.
En Braaay reconocemos este vino como un hito: un Albariño que hace honor a sus raíces gallegas, pero habla con acento uruguayo. Para quienes buscan blancos con carácter y precisión, es una elección inevitable.